miércoles, 7 de agosto de 2013

Tarta salada




    
     Buenos días, hoy os traigo una receta muy sabrosa (ya sabéis que mi paladar está abierto a todo y es muy raro que no me guste algo)... Y que le va a gustar, creo, hasta a quien no le gusten las verduras, porque tiene un sabor muy especial y un contraste que invita a comer un trocito de esta tarta o dos...
¡Vamos a ver si os gusta y si me dáis la razón o no!

INGREDIENTES:

Masa:
- 250gr de harina para todo uso
- 150 gr de mantequilla fría
- 1 huevo

Cebolla caramelizada:
- 1 cebolla
- Azúcar blanca
- Vinagre balsámico de Módena
- Aceite de oliva

Relleno:
- 1/2 cebolla
1 puerro
2 tomates grandes
- Achicoria
- Champiñones naturales
Aceite de oliva
- Tomillo fresco
- Sal
- Pimienta

ELABORACIÓN:
- Masa: Cortamos la mantequilla fría de la nevera en cuadraditos.
En un bol, echamos la harina, la mantequilla y el huevo.
Con unas varillas o con la amasadora, vamos integrando los ingredientes, hasta que tengamos una masa homogénea.






    
     Entonces hacemos una bola con las manos, la liamos en papel film y la metemos en la nevera durante una media hora.


     Untamos de mantequilla un molde para bizcocho, sacamos la masa de la nevera y vamos "colocándola" dentro con las manos para que quede igual por todas partes, hasta que quede como más nos guste.
     Si se rompe por algún lado no pasa nada, ponemos un trocito de masa y le pasamos los dedos, se unirá al resto y quedará perfecta.




     Hacemos agujeritos con el tenedor por toda la masa para que apenas aumente cuando la horneemos.

ERROR MÍO: Antes de meter la masa con el relleno en el horno tendría que haber horneado la masa sola, unos 5 minutos a 180º, pero se me ha olvidado... ¡Oh! qué cabeza la mía, y luego volver a meter en el horno con el relleno, pero directamente he hecho lo segundo... No lo hagáis... Aunque me ha quedado como me gusta, quizá la próxima vez no sea así.

Metemos la masa en el congelador mientras preparamos el resto de las cositas.

- Cebolla caramelizada: En una sartén a fuego fuerte y con un chorreón de buen aceite de oliva, echamos la cebolla cortada finamente y empezamos a pochar.
     Cuando la cebolla esté casi transparente añadimos 2 cucharadas soperas de azúcar y vinagre balsámico hasta que casi cubra la cebolla.





     Vamos removiendo de vez en cuando y apartamos del fuego cuando el vinagre casi se haya consumido, pero no del todo. Reservamos.

     Precalentar el horno a 180º-190º calor arriba, calor abajo, según el horno. En el mío, 180º.

- Relleno:
   En otra sartén a fuego medio, con un chorrito de aceite, echamos media cebolla y 1 puerro cortados en rodajas no muy gruesas. Pochamos con un poquito de sal.
     Iremos removiendo de vez en cuando durante todo el proceso de cocción de las verduras.


     Vamos agregando el resto de verduras. Los champiñones cortados en láminas, con otro poquito de sal. Al par de minutos, un tomate cortado en daditos, otro pelín de sal.
Añadimos también la achicoria cortada finamente, con otra pizca de sal.
     Por último molemos un poco de pimienta al gusto y "pelamos" unas ramitas de tomillo, que le dará un toque y un olor...mmmm...
     Cuando ya no quede caldito de verduras, apartamos del fuego. Reservamos.


    
     Sacamos la masa del congelador y echamos dentro nuestras verduritas para el relleno.


     Ahora añadimos la mitad de la cebolla caramelizada repartida por la superficie, que es lo que le dará un toque aún más especial a esta tarta...


     Cortamos el tomate que nos queda en rodajas finas y la colocamos encima de la cebolla caramelizada. Y el resto de cebolla en una tercera capita para finalizar... y coronamos con unas ramitas de tomillo...


     Metemos en el horno, 180º calor arriba-calor abajo.
¿El tiempo? Cuando la masa esté doradita, a esta temperatura una media hora como mucho. Si vemos pasados 20 minutos que la masa no está dorada, la dejamos dentro del horno hasta que se termine de hacer.
     Así me ha quedado a mí:





     Espero que si la hacéis, os guste tanto como a mí!
Iba a ponerle queso, pero no le hizo falta... jugosa, sabrosa y el contraste de lo salado con el toque sutilmente dulce que le da la cebolla caramelizada... mmmm... Se la haré a mis papis cuando vaya a verlos.