martes, 30 de julio de 2013

Pizza de piquillos con queso azul



     Con esta masa hice el pan con el que tomé la mermelada de ciruelas, nectarinas y melocotones. Y la salsa de piquillos la aproveché de la receta de las berenjenas y calabacines rellenos sobre salsa de piquillos porque como ya sabéis, no me gusta tirar comida y siempre intento utilizar lo que sobra.
     Me pareció perfecta tanto para pizza como para hacer pan. A veces hago el doble de masa de pizza y con lo que queda hago pan para el finde, porque sale un pan muy tiernito...

INGREDIENTES:

- 420 gr de harina ( 200 gr de harina integral, 220 gr de harina de fuerza), más la harina que se necesite durante el amasado, yo sigo utilizando la integral.
- 250 ml. de agua templada
- 3 pellizcos de sal maldon
- 25 gr de levadura fresca o 1 sobre de levadura seca
- 3 cucharaditas de semillas de sésamo
- 3 cucharaditas de semillas de lino
- 3 cucharaditas de semillas de amapola
- Salsa de piquillos(pinchar para ver)
- 1 cebolla pequeña
- Orégano
- 1/2 calabacín
- Queso tipo Philadelphia, aproximadamente 50 gr.
- Queso azul, unos 50 gr.
- Aceite de oliva

ELABORACIÓN:

     En un bol echamos la harina y reservamos.
     En otro bol, añadimos el agua templada con la levadura (si es fresca, la desmenuzamos primero). Una vez que la levadura se ha diluído, agregamos tres cucharadas colmadas de la harina que teníamos reservada y removemos. Dejamos reposar unos 15 minutos, notaremos que nuestra mezcla crece un poco a modo de espuma.
    

     Mientras reposa la mezcla, añadimos a la harina que tenemos reservada la sal y nuestras semillas. Mezclamos.


     Una vez tengamos la harina, la sal y semillas bien removidas, vamos añadiendo al agua y la levadura sin dejar de remover con una cuchara de palo, hasta que la masa se pegue a la cuchara.


     Entonces trabajaremos con las manos en nuestra superfie de trabajo durante al menos 10 minutos, espolvoreada previamente con un poco de harina en forma de lluvia.




     Después del amasado formaremos una bola para dejar reposar la masa durante una hora aproximadamente o hasta que doble su volumen. Yo la suelo dejar siempre más de una hora aunque haya crecido ya el doble.


     Prepararemos un bol con un chorrito de aceite de oliva y con un papel de cocina, lo repartiremos bien por todo el interior, para que, cuando la masa crezca, no se peque a los lados ni al fondo y la podamos sacar después cómodamente. La tapamos con film para que no pierda la humedad.





     Enharinamos de nuevo la superficie de trabajo y cogemos la mitad de la masa para hacer nuestra pizza... la otra mitad me la guardo para hacer pan recién horneado para desayunar... jeje...


Esta masa se va a la nevera otra vez tapada para mañana... (ñam, ñam...)



     Comenzamos a estirar la masa con cuidado para que no se rompa.


     Hasta que vayamos dándole la forma que queramos.



     Me gustan los bordes gorditos... mmmm... ya tengo hambre...
    
     Precalentamos el horno a 200º, calor arriba, calor abajo. Esto dependerá de vuestro horno.

     Una vez tengamos la masa de pizza preparada, empezamos a añadirle los ingredientes que más nos gusten.


     He distribuído la salsa con un cucharón. Le he puesto bastante, porque esta salsa me pierde...


     Y he ido añadiendo primero el queso tipo Philadelphia, a cucharaditas, las verduritas, cortadas en trozos medianos y el orégano.



Y para terminar el queso azul.
Metemos por fin la pizza en el horno...



     A los 25 ó 30 minutos como mucho, tenemos que tener nuestra pizza a punto para degustar... De todas formas tenemos que ir vigilándola, porque no todos los hornos calientan igual. Yo suelo mirar durante la cocción debajo de la pizza, para ver si ya está cocida la masa y compruebo también la salsa, para ver si el líquido se ha integrado bien con el resto de los ingredientes.



     Me voy a comer... ¿te vienes?

jueves, 18 de julio de 2013

Mermelada de ciruelas, nectarinas y melocotones. Envasado al vacío



     Esta vez he hecho esta mermelada de varias frutas que me han traído mis amigos, que son unos soletes. Y los botes también me los han dado... bueno... casi he "obligado" a que me los den... jijijiji...
     La receta del pan os la pondré en otra entrada, que hice esta masa para una pizza un poco peculiar... ya la veréis dentro de muy poquito, porque aproveché una cosita que tenía por ahí y no quería que se pusiera mala.

     Bueno, a ver si os gusta esta mezcla, para mí conjuntan muy bien...

INGREDIENTES:
Tal y como yo la hice:

- 4 ciruelas y  varias nectarinas, peso troceado sin hueso y piel,770gr.
- Melocotones (440gr, ya pelados y troceados)
- 2 limones
- 1210 gr de azúcar blanca normal

-NOTA: Misma cantidad de azúcar que de fruta.
               He separado los melocotones del resto de la fruta, porque necesitan un poquito más de cocción, ya que su carne es más dura que la de las ciruelas o las nectarinas. No debemos hacer la mermelada con la fruta demasiado madura.

ELABORACIÓN:

     Lavamos la fruta y la secamos.
    
     Pelamos los melocotones, les quitamos los huesos y troceamos como nos guste, a mí me gusta encontrarme la fruta en la mermelada, si no os gusta, hay picarlos finamente.
    
     Cortamos también en trocitos las nectarinas y las ciruelas, no las he pelado porque me gustan con la piel y sus propiedades. Reservamos.
    
     En una cazuela, a fuego fuerte, ponemos los melocotones con el mismo peso de azúcar, en mi caso 440gr, y el zumo de un limón.

     Vamos removiendo para que no se pegue el azúcar con una cuchara de palo. Veremos cómo a los pocos minutos el azúcar ya se ha hecho líquido. Tened mucho cuidado, que salta cuando hierve y os podéis quemar y el azúcar hirviendo coge unas temperaturas muy altas.
    
     A los 15 minutos más o menos, añadimos las ciruelas con las nectarinas y el resto de azúcar con el otro limón, exprimido.


    
     Continuamos removiendo a fuego fuerte.
    
     Cuando ha vuelto a hervir, he bajado a fuego medio. Que no se nos olvide ir removiendo de cuando en cuando, ya que la fruta estará flotando en el líquido del azúcar.


    
     Aquí es cuando rompe a hervir nuestra futura mermelada.


     Vemos cómo va oscureciendo la fruta y las burbujas se van haciendo más densas.


    
     A la media hora (en total unos 45 minutos desde que hemos puesto los melocotones en la olla), vamos a notar que las burbujas que produce la mermelada que está hirviendo son más pequeñas y les cuesta romper, entonces apartamos del fuego.

     No os preocupéis si veis que está muy líquida, pues al enfriar, solidificará un poco. Tendrá un aspecto parecido a este:




     Y aquí está mi mermeladita, fue el desayuno del día siguiente... mmmmm....






 ENVASADO AL VACÍO:

     Ahora el envasado al vacío que os prometí en la entrada de la mermelada de cerezas.

     Los botes (de cristal) que vamos a envasar al vacío tienen que estar limpios y sin olores, si son de otras comidas u otros preparados, pues cualquier bote de cristal sirve siempre y cuando la tapa esté bien.
     Lavamos los botes y los metemos con sus tapas (cada cosa por su lado, es decir, sin cerrar) dentro de una cacerola grande con agua y la llevamos a ebullición a fuego fuerte.



La tapamos.
     De esta manera si hay alguna suciedad, alguna bacteria... ¡acabamos con ellas!



     A los 15 minutos apartamos del fuego y dejamos todo en la olla y esperamos que se enfríe el agua.
     Cuando comprobemos que no nos vamos a quemar pescamos (como yo digo) los botes y las tapas sin tocar el interior y las ponemos boca abajo en un trapo extremadamente limpio.



     Echamos la mermelada hasta el borde del bote, que casi se salga, pero hasta el borde de verdad, ¿eh? Esperamos un poco, unos minutillos, por si hay alguna burbuja y por si hay que rellenar un poquito más. Entonces tapamos.
    
     Volvemos a poner la olla al fuego con todos los botes tapados y los dejamos hirviendo otros 15 minutos más.



Y con estas fotos tan feas no os voy a dejar!





Ahora sí... ¡Que aproveche!

lunes, 15 de julio de 2013

Chuletas de cerdo deshuesadas al Ribera del Duero


     Hace unos días compré unas chuletas de aguja de cerdo, tenían una pinta de jugosas, que me las quedé para mí. Puede que esta carne no sea de muy buena calidad, dicen por ahí... pues para mí, el sabor que tiene y la pinta... lo tierna y lo fresca que estaba... ¿eso no es calidad?
     Pues decidí inventarme algo, con un Ribera muy baratito y que además tiene un sabor que no está nada mal, más bien al contrario.
     Así que copa en mano, me puse a cocinar...

 INGREDIENTES:

- 4 chuletas de aguja de cerdo
- 3 dientes de ajo
- 1/2 cebolla grande
- 1 puerro
- 2 zanahorias
- 2 ramas de apio
- 1 copa de vino Ribera del Duero joven
- Pimienta
- Tomillo
- Sal
- Aceite de oliva

ELABORACIÓN:

     Deshuesar las chuletas y trocear. Salpimentar y echar tomillo.
     

    
     Marcar en una cazuela y reservar.






    Picar finamente las verduras.
   En la misma cazuela en la que hemos marcado la carne, echamos un chorreón de aceite de oliva, y a fuego medio-alto, doramos primero los ajos.



     Una vez dorados, añadimos la cebolla y el puerro picados y pochamos. Cada vez que agreguemos una nueva verdura a la olla, echaremos un poquito de sal para que suelten el agua que llevan y se vaya cocinando. Iremos removiendo de vez en cuando durante todo el proceso de cocción de nuestro plato.




Echamos tomillo u otra especia a nuestro gusto. A mí me encanta el sabor que tiene el tomillo, si es fresco, mejor, pero no tenía.



     Añadir entonces las zanahorias, y a los 3 ó 4 minutos aproximadamente, el apio.
    



     Regar con medio vaso de agua la verdura para que se vaya cociendo. Molemos pimienta con el molinillo de 5 pimientas y añadimos la carne que teníamos reservada.



     Ahora regamos todo lo que tenemos en la olla con una copa generosa de Ribera del Duero y un poquito más de agua (medio vaso más).



     Lo ideal es bajar un poco el fuego, pero el termostato de mi hornillo no funciona, quizá por eso he echado más líquido del que hubiera puesto con una cocina en condiciones, pero como no seguía ninguna receta al pie de la letra, sino que iba añadiendo según se me ocurría, tampoco pasa nada...¿no? jeje








     Tapamos la olla y removemos de vez en cuando.
     Una vez que se ha evaporado un poco más de la mitad del caldo, apartamos del fuego y rectificamos de sal si es necesario.





     He presentado el plato haciendo un puré con una parte de las verduras, poniendo sobre él la carne y añadiendo unas verduritas a un lado y un poquito de salsa alrededor. He terminado aderezando con un poquito más de tomillo en la salsa y pimienta encima de la carne.

     He acompañado con una copita del vino que he utilizado para cocinar. Mmmm... como siempre, me ha gustado mucho. Eso es que me educaron muy bien, porque me gusta comer de todo.


jueves, 11 de julio de 2013

Bollitos tiernos


     Estos bollitos los hice para la despedida de una amiga nuestra que se ha ido 4 meses a estudiar a Inglaterra… qué envidia…
     Era una despedida sorpresa, la mandamos a otra oficina diciéndole que tenía que hacer una suplencia de media hora y mientras nosotros estábamos preparando todas las cositas, nos sorprendió ella y ¡vino antes de tiempo! La pobrecita se puso roja, porque no se lo esperaba y es muy vergonzosa para estas cosas… Lo pasamos muy bien y comimos muchas cositas… Ñam, ñam… ya sabéis cómo me gusta comer…
     Estos bollitos están basados en los que hacen en el blog lacocinadeinma, claro que yo he hecho algunos cambios como siempre… Pero no me he podido resistir a sus bollitos porque tienen una pinta estupenda… No son ni dulces ni salados, así que van bien con cualquier cosa y para cualquier momento del día. 



INGREDIENTES:
-          500 gr de harina de fuerza
-          200 gr de harina integral
-          3 pellizquitos de sal
-          50 gr de levadura fresca o 2 sobres de levadura seca
-          3 cucharadas de azúcar moreno
-          450 ml de agua templada
-          1 huevo (para pintar los bollitos)
-          Semillas de sésamo

ELABORACIÓN:
     Metemos en el microondas un bol con 450 ml de agua y la templamos. No la calentaremos mucho, que esté tibia, ya que si nos pasamos de calor, la levadura no hará fermentar la masa.
     Una vez que el agua esté tibia, añadimos 4 ó 5 cucharadas de harina integral y la levadura y la dejamos reposar de 10 a 15 minutos, así hará reacción la levadura, lo notaremos pues sale espuma.

     Remover con una cuchara de madera durante todo el proceso.
     Echar las 3 cucharadas de azúcar moreno. Vamos añadiendo harina hasta echar la mitad, 350 gr. Entonces añadimos la sal disuelta en un poquito de agua tibia. Prefiero poner la sal a la mitad del proceso, así no se parará la acción de la levadura.

     Continuamos añadiendo harina hasta completar los 700 gr.
     Una vez que la masa se despega de los bordes del bol y se va pegando a la cuchara de madera, dejamos de remover.
     Enharinamos nuestra superficie de trabajo y ponemos encima nuestra masa.  Nos ponemos un poquito de harina en las manos
y comenzamos a amasar.

     Estaremos amasando al menos 10 minutos, si notamos que la masa se pega a la superficie o a nuestras manos, echamos un poquito de harina en forma de lluvia. Esta masa es blandita, así que no nos costará mucho trabajo.

     Si vemos que la masa está muy seca, añadimos un poquito más de agua y si vemos que está muy pegajosa, vamos añadiendo harina hasta que no se nos pegue a las manos.



     Cuando hayamos terminado, dejamos reposar  en un bol con harina o con aceite untado en el interior (para que la masa al crecer no se pegue) y la tapamos con papel film para que la masa no pierda la humedad. La dejaremos tapada hasta que la masa doble su volumen.
     Una vez pasado el tiempo de reposo, cortaremos la masa en porciones para luego hacer los bollitos.

     Cuando hagamos los bollitos los dejaremos tapados y volveremos a esperar a que la masa leve de nuevo. No los hagáis inmediatamente, pues la miga no quedará esponjosa y no subirán lo suficiente, como me pasó en dos de ellos, que aquí os enseño para que no cometáis el mismo error que yo.


    
     Error y error, porque no ha subido lo suficiente y la miga ya sabéis... no ha crecido mucho...


     Cuando veamos que los bollitos han crecido, los pintamos con huevo y les ponemos unas semillas de sésamo por encima.  Los horneamos por tandas unos 15-20 minutos, o hasta que estén doraditos a una temperatura de (en mi horno) 190º, calor arriba, calor abajo, en la bandeja del centro del horno.

     Vamos sacando los bollitos y los dejamos enfriar encima de una rejilla para que se vaya el calor por todos los lados. Y ya tenemos los bollitos listos para comerlos. Yo no he aguantado a que se enfríen… mmmm… qué ricos estaban…


     (**) AMASAR:A mí me gusta amasar estirando un poquito parte de la masa hacia el frente con mi mano derecha, rotando un poquito la masa hacia la izquierda y con la parte gordita de la palma de la mano derecha(*), cerca de la muñeca, aplasto y pego la masa para volver a empezar estirando de nuevo.
(*) O con ambas manos (según sea la masa de dura).