Me encantan las patatas y creo que es una buena guarnición para casi cualquier plato. Iba a hacerlas en puré o asadas simplemente para comerlas con la carne mechada que publicaré en breve, pero se me ha ocurrido ponerles un toque diferente a como las suelo hacer.
Un acompañante muy sencillo y con un sabor suave.
INGREDIENTES:
- Aceite de oliva
- Tomillo
- Pimienta
- Sal
- Mantequilla
ELABORACIÓN:
Lavamos las patatas y las secamos. Las partimos por la mitad y les hacemos unos cortes en forma de cuadrados a las dos mitades.
Espolvoreamos por pimienta, tomillo y sal.
Juntamos las dos mitades y las envolvemos en papel de aluminio y las metemos al horno media hora a 150º
Cuando pasan los treinta minutos, abrimos las patatas, le ponemos una capa fina de mantequilla encima de cada media patata y subimos la temperatura del horno a 200º para que se doren un poquito de 5 a 10 minutos.
que ricas, las patatas así sin más son un vicio para mí
ResponderEliminarUn saludo
http://gatuneandoenlacocina.blogspot.com
¡Hola! Esto es lo mejor de hacer recetas fáciles y rápidas, que casi siempre están buenísimas y sin nada de trabajo, además, quedan bien con cualquier plato.
EliminarUn besito guapa